sábado, 16 de abril de 2016

Desaparecidos






















 









   Según los últimos informes de la policia, en España desaparecen diez mil personas todos los años. Por suerte, la mayoría de los casos se resuelven pronto. No obstante, dicen, hay cien personas que no aparecen nunca, salvo algunas excepciones. De éstas últimas, es difícil saber las que desaparecen de forma voluntaria o no; porque si no se vuelve a saber nada de ellos, cómo saberlo...
   De milagrosa se puede calificar la aparición reciente de un sevillano, dado ya por muerto, y que desapareció hace  casi veinte años. Hijo de una maestra, y titulado en medicina, parece ser que rechaza nuestro modelo de sociedad. Y decidió echarse al monte, olvidarlo todo, si la familia sufría le daba igual, lo importante es su vida. Llevó una existencia errante por Europa y finalmente encontró un lugar paradisíaco en la región de Toscana (Italia). Había construido un refugio con una tienda de campaña en un bosque próximo a una bella playa, donde vivía desde hace seis años. Con sus conocimientos de medicina y lenguas, no le es difícil sobrevivir. La comida la obtiene de las sobras de hoteles próximos.
   Es una persona tranquila y solitaria, pero un día se topó con unos excursionistas que le hicieron ciertas preguntas; y éstos lo comunicaron a la policía italiana, que, a su vez, informó a la propia familia. Sus padres y hermanos tomaron contacto con una asociación de personas desaparecidas y se desplazaron a Italia; sólo querían saber si estaba bien. Pero de nada les ha servido y han regresado a Sevilla porque su hijo, llamado Carlos, otra vez se ha esfumado.
   Es difícil saber cuántas personas de las que no aparecen son como Carlos. Es decir, ermitaños que deciden llevar una vida solitaria, ya sea por una crisis amorosa o una situación familiar complicada; o como el propio Carlos, por sus ideas personales. Pero si este sevillano no está de acuerdo con nuestra sociedad, hay otras maneras de luchar para cambiarla; y no la decisión fatal que ha tomado y que tanto hace sufrir a su familia.


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